La llegada del otoño implica muchas cosas, una de ellas
pensar en
nuevos retos, después de tres años escribiendo este
blog “el arte del encuentro” en el que os he hecho llegar comentarios y
reflexiones ha llegado el momento de cambiar.
Gracias a tod@s los que
habéis seguido las entradas semanales, a l@s que me habéis hecho llegar
vuestras opiniones y ánimos para continuar.
Para mí ha sido una
experiencia de aprendizaje, preparar las entradas me ha permitido aprender todos los días nuevas
cosas sobre los temas que me interesan y que quiero compartir con otras
personas.
Soplan vientos de
cambio y hay que ajustar las velas y cambiar el rumbo.
Quiero seguir escribiendo, leyendo, aprendiendo para ofreceros
un blog más atractivo. Os seguiré viendo en mi
nuevo blog que podréis visitar:
http://maitemunio.es/blog/
Cuando creemos que lo tenemos
“todo controlado”, nos sentimos seguros pero y ¿qué nos pasa cuando ocurre algo
imprevisto, algo que no estaba en nuestros planes?
Nos enfadamos, nos estresamos, nos
dolemos.
Nos
gustaría intentar controlar todo lo que nos rodea, nuestro trabajo, nuestras relaciones, nuestro cuerpo, buscando sentirnos seguros, sin embargo, es el control el
que puede volverse en nuestra contra y convertirse en un peso para vivir
libres.
Ante
la necesidad de controlar FLUYE.
Fluir, acoger cada situación y
observar para encontrar la mejor respuesta. Calmar la mente. Aprender a vivir
sin resistencias, siendo creadores de cambios constructivos que amplíen
nuestros horizonte.
Procura tener tiempo cada día
para encontrar un espacio dentro de ti para fluir y calmarte, para detenerte
unos momentos y crear un santuario dentro de ti
donde todo está bien, no importa lo que pase, un espacio que te ayude a confíar en ti, y dar la importancia justa y necesaria a todo, sentirás que te liberas
de tensiones y sufrimiento innecesario.
Encuentra tu propio espacio, puedes escuchar música, salir a pasear o correr, colorear, practicar respiraciones relajadas, meditar.
¿Cuándo vas a tener tu momento de calma hoy?
Verano.
Días de vacaciones y también un buen momento para ¿ordenar, limpiar?
¿Tienes ropa que hace más de un año que no te
pones? ¿Cacharros de cocina estropeados? ¿viejas revistas, papeles, libros que
nunca volverías a leer?
Vivimos
en un mundo en el que lo normal es que acumulemos más
objetos de los que necesitamos y que terminan desbordando
armarios, cajones, estanterías.
Acumulamos cosas que no utilizamos en nuestras casas
con la esperanza de que más adelante nos serán útiles y a las que no somos capaces
de decir adiós.
Pero
lo peor es que también ocupan nuestro
espacio mental
Nuestra
casa es una extensión de nosotros mismos, es nuestro reflejo.
Liberarnos de los objetos que acumulamos en nuestras casas tiene una repercusión muy
positiva en nosotros.
Es como si la limpieza y el orden
exterior tuvieran el mismo efecto en nuestro interior.
A más objetos a nuestro alrededor más
confusión y estrés, a menos objetos a nuestro alrededor más claridad de ideas y
paz interior.
De ahí la importancia de poner orden y empezar a deshacerte
de todo lo inservible.
Convierte
tu casa en un remanso de paz. Mira a tu alrededor y haz recuento de los objetos
que ves… ¿Sientes que hay muchas cosas acumuladas? ¿Más de las que en realidad
necesitas? Piensa entonces que este verano puede ser un buen momento para
empezar a limpiar tu casa y tu mente de
todo eso
que sólo ocupa espacio y te quita tiempo y energía.
Nos quejamos, señalamos
claramente a otros de lo que nos pasa, nos sentimos tratados injustamente, ¿por
qué a mí? nos decimos muchas veces
cuando afrontamos situaciones
dolorosas, tsunamis y tormentas
emocionales.
En estos momentos tendemos a mirar
hacia afuera buscando culpables, ponemos en marcha mecanismos de huida o
evasión.
Es cierto que es difícil cuando un
sinfín de contratiempos que no teníamos previsto aparecen en nuestra vida sin embargo, podemos elegir.
Elegir mirar de otra manera las
situaciones. Elegir miradas de esperanza, de confianza.
Poner luz a lo que nos rodea, a lo que estamos viviendo,
aprender día a día a tener mayor contacto con nuestro mundo interior. El
problema es que vivimos absorbidos por las idas y venidas de lo que sucede a
nuestro alrededor y eso nos aleja de lo que sucede dentro de nosotros .
Y es que el cambio de la queja a vivir más conscientemente
no es automático más bien,es una elección, ELEGIR, la palabra mágica
de la entrada de esta semana.
Podemos elegir
saber o no saber, podemos elegir vivir en calma o en conflicto. Elegir vivir
conscientemente o vivir inconscientemente
lo cual no significa que tenga que
gustarnos lo que vemos.
Podemos elegir vivir conscientemente,
entender que depende de cómo veamos las situaciones, como problemas o como
oportunidades así podremos vivirlas
y
a pesar de las dificultades
mantener el rumbo que deseamos y evitar andar a la deriva.
¿Qué vas a elegir para ti esta semana?
¿Alguna vez has experimentado, hecho, pensado o sentido algo fuera del
“ahora”?
En realidad si lo pensamos lo que sucede es siempre presente, lo que
consideramos el pasado es una huella de la memoria y en cuanto al futuro
es una proyección de nuestra mente.
Estar aquí y ahora es darse
cuenta,
reconocer la singularidad de cada instante. Cuando
nos perdemos en el pasado o en el futuro nuestra energía se dispersa y no
podemos estar plenamente en donde nos hallamos.
Con
más frecuencia de lo que quisiéramos nos enfrentamos a las demandas de lo que
nos rodea, informaciones,tareas, nos vemos envueltos en expectativas propias y
ajenas y nos preguntamos ¿Y si no sucede como espero? ¿Seré capaz de hacerlo?
Y si… olvidándonos de conectar con el presente para terminar sintiéndonos
estresados, confundidos y agotados y sobre todo perdiendo la magia del instante
que pasa a nuestro lado.
Vivir en presente es una
elección.
Conéctate totalmente con lo que percibes, dentro y
fuera de ti.
Dice Thich
Nhat Hanh, residir en el momento presente constituye el único camino verdadero
para encontrar la paz en uno mismo y en el mundo.
Deberes, cuadernillos de repaso pero ¿no estábamos de
vacaciones?
El verano puede ser sinónimos de interminables horas con las tareas
para nuestros hij@s pero ¿son necesarios los deberes durante el verano?
Un profesor de secundaria italiano,
como la mayoría de profesores, también ha mandado una serie de tareas a sus alumnos.
La lista de 'deberes' en los que anima a
sus alumnos y alumnas a disfrutar de sus vacaciones, empieza con una agradable
sorpresa, lo primero que recomienda este profesor es caminar por la orilla en
soledad para"pensar en cosas
que queréis y que os hagan felices".
En su lista no he podido encontrar nada
que tenga que ver con matemáticas, ciencias o lecturas obligatorias de hecho, insiste en "no
leer por obligación"sino para vivir aventuras durante sus
vacaciones porque leer es la
mejor forma de rebeldía que existe”.
Este maravilloso profesor se llama Cesare Catà y lo
puedes encontrar en casi todas las redes sociales.
Os animo a leer esta lista de deberes con vuestros hijos
e hijas se trata de “tareas” muy especiales
que bien podrían ser tareas para nuestro verano como padres.
Hermes Trimegisto hace más de dos
mil años escribía: “si tú cambias, todo cambia” una idea que hoy sigue siendo
quizá una de las cosas más difíciles para el ser humano. Estamos
acostumbrados a nuestra forma de ser, de actuar, de vivir la vida y cuando
tenemos que hacer un cambio nos cuesta.
Queremos el cambio en lo que nos
rodea, en las personas con las que nos relacionamos, en nuestro trabajo, pero …¿has
pensado alguna vez que cualquier cambio que quieras dar en tu vida comienza en
ti?
Es desde nuestro propio espacio interior donde
podemos encontrarnos y darnos cuenta de
como escribimos nuestra historia porque nuestra forma de contarnos las
situaciones, la forma de vernos a nosotros mismos influye en la forma en que
vemos el mundo.
Este verano encuentra tiempo para
relajarte, respirar y aunque
sea por tan sólo unos momentos, hacer un viaje interior para conocerte y ser
más consciente.
Toma el
control de tu vida, responsabilízate de lo que quieres y haz que dependa de ti.
Solo cambia quien realmente quiere cambiar y lo hace por el mismo, no por los
demás.
Quieres más serenidad, más equilibrio en tu vida, búscalo en tu interior. Cuando cambiamos, el mundo cambia.
